I Lived

Tengo 19 años, me falta mucho por vivir de eso estoy segura. Pero sé que a pesar de mi corta edad, he aprendido mucho. Me he reído como loca, he viajado, he leído libros buenos y malos, me he enamorado, me he arriesgado y mil cosas más.

Hoy quise escribir porque me di cuenta de como cosas tan pequeñas, me han hecho tan feliz. He vivido cosas increíbles a lo largo de mi vida, todas han tenido su fin pero esto no significa que no vengan nuevas y mejores experiencias. Cada situación en la que nos presentamos, nos ayuda a crecer y nos enseña a valorar la vida. No siempre son buenas, pero siempre va a haber algo bueno que podamos sacar de eso.

Estoy feliz porque a pesar de que las cosas tienen un fin, me doy cuenta de que he aprovechado al máximo esos momentos. Que no hay nada de que arrepentirme, no hay nada que hubiera querido decir y que algo no me lo permitió, me entregue al 100% y gracias a eso recibí lo mismo.

Hay veces que quisiéramos que la vida fuera exactamente como la tenemos en mente y nos aferramos a una idea que no siempre se realiza. No se aferren a nada ni a nadie, las cosas van a pasar como tengan que pasar. La vida siempre sigue. Disfruta, vive y si estas triste, llora. No tiene nada de malo sentir tristeza, al contrario desahógate y saca ese sentimiento de una vez. Hay una frase que me encanta, “Llora todo lo que quieras pero asegúrate que al dejar de hacerlo, no vuelvas a llorar por la misma razón otra vez”.

Debemos aprender a ver la enseñanza que nos dejan las personas y las situaciones. Claro, es difícil dejar ir a algo o alguien… Es de las cosas más difíciles que me han pasado pero muchas veces, es necesario. Es necesario cerrar ciclos para poder empezar algo nuevo, para ver que cosas Dios nos tiene preparadas. Hay que confiar en que su plan es mejor que el que nosotros teníamos.